El pasado 24 de noviembre de 2021, invitado por la arqueóloga municipal y coordinadora de las Jornadas, Carmen Carbajo, tuve el placer de charlar sobre el dibujo arqueológico en el proceso de recuperación del castillo de Aguilar de la Frontera (Córdoba). En 2011 iniciamos los trabajos para documentar, en una planta completa, el aspecto de la fortaleza tras las primeras campañas de intervención, que se iniciaron puntualmente en 1992 y, de forma continuada, desde 2004.
La principal función de la Arqueología como Ciencia es estudiar la Historia a través de los restos materiales que se han conservado y que reflejan la vida de las personas de épocas remotas, analizando los contextos espaciales y temporales en los que aparecen los diferentes objetos y estructuras. Para un arqueólogo es tanto más importante el contexto en el que aparece un objeto que el objeto propiamente; el estudio de las relaciones de ese objeto con el espacio en que se encuentra produce más información histórica que la que se puede extraer del objeto aislado. La destrucción de parte del registro (los estratos de tierra que se superponen a los restos arqueológicos) obliga a los participantes en una intervención arqueológica a la elaboración de un registro minucioso de todos los pasos que se dan en el desarrollo de la misma.
El dibujo, que ha acompañado a la Arqueología desde su nacimiento como Ciencia, es una técnica básica para mostrar, por ejemplo, la forma en que se relacionan los distintos objetos y estructuras de una misma fase.
Sobre la fotografía, también muy importante para esta documentación, el dibujo cuenta con una serie de ventajas:
1- Simplifica la realidad, mostrando únicamente los datos que resultan de interés para el trabajo que se esté desarrollando.
2- Es un medio de interpretación de la realidad que se representa, donde se plasma información no visible, como las diferentes fases cronológicas de una excavación o la sección de una pieza.
3- Muestra las dimensiones reales de lo representado, sin la deformación propia de la lente fotográfica, sin perspectiva e independiente de las condiciones de luz.
El punto de partida, en el caso del Castillo de Aguilar, era una planimetría previa que recogía, de forma esquemática, las estructuras visibles en ese momento (año 2010).
Para los elementos de detalle se realizaron numerosas fotografías verticales que fueron luego rectificadas mediante programa informático para que los diferentes elementos mantuvieran sus proporciones reales. Del mismo modo que se documentaron los elementos a representar en planta, también se hizo lo propio con los elementos de los que se iba a realizar el correspondiente alzado, ya fuera con imágenes de referencia o con montajes rectificados para su posterior dibujo.
Para el pavimento de cantos del patio se habilitó un sistema de cuadrículas para poder realizar y organizar su documentación, fotográfica y de dibujo.
El dibujo de campo escaneado se digitaliza redibujando las estructuras y sus diferentes componentes en un programa de dibujo vectorial para evitar el pixelado y la deformación del dibujo al ampliarlo. El dibujo vectorial se coloreó con diferentes tramas para indicar materiales o fases dentro del conjunto, contando siempre con las indicaciones de la directora de la intervención, Carmen Carbajo.
El resultado se plasmó en una planta general (https://www.arkeotexturas.com/servicios/dibujo-arqueologico ) así como en varias plantas de detalle por sectores. La planta por sectores se centra en los diferentes espacios funcionales de la fortaleza: 01 Torre del Homenaje; 02 Falsabraga este; 03 Torre y baluarte suroriental: 04 Muro sur y torre suroeste; 06 ángulo noroeste. El sector 05 (patios) fue el más complejo de dibujar, por la escasez de puntos de referencia para realizar la triangulación y por el tamaño de los elementos a representar (cantos de río). También se realizaron dibujos de los diferentes alzados conservados; tanto en su estado documentado durante la intervención, como aquellos en los que se realizó una actuación de conservación y recrecimiento.
Pero un yacimiento de estas características es como un organismo vivo, la excavación ha seguido su curso y hemos vuelto a retomar la documentación gráfica del castillo, en este caso centrándonos en el baluarte suroriental. Se trató, se trata, de un trabajo exigente que requiere de concentración, pues el dibujo de campo es la base de toda la representación gráfica que luego se pretenda realizar sobre el espacio patrimonial. En el caso del castillo de Aguilar, los dibujos de la intervención arqueológica han servido de base a estudios monográficos que han derivado en Tesis, como la de Manuel Cabezas que, a su vez, ha servido para la realización de una aplicación con la reconstrucción virtual del Castillo.
