La vida en el arrabal

Los días 19 y 20 de marzo, dentro del mes dedicado a la mujer en el Museo Arqueológico de Córdoba, hemos llevado a cabo una visita teatralizada sobre la vida cotidiana de la Córdoba andalusí. Hemos contado con la ayuda de toda una especialista en el tema como es Cristina Camacho, arqueóloga directora de las intervenciones arqueológica de Ronda Oeste de Córdoba (2000 – 2008), en las que se documentaron la mayor superficie de arrabales de los siglos IX y X hasta la fecha. También hemos contado con Rebeca Moreno dando vida a Bashira, nuestro personaje que nos ha contado algunas facetas de la vida en la época. Agradecemos al oportunidad de poder desarrollar esta actividad que nos ha dado el Museo Arqueológico de Córdoba, así como el apoyo con el vestuario de nuestros amigos de Sexto Mario.

Con el apoyo de recreaciones virtuales de diferentes estancias de la casa y de impresiones 3D de elementos de ajuar doméstico hemos planteado cuatro escenas para tratar diferentes temas, introducidos por una dramatización y luego explicados por los arqueólogos, siempre en base a los datos extraidos de las intervenciones arqueológicas, debidamente contrastados con las fuentes escritas de la época.

En el primer bloque nos hemos detenido en el papel social de la mujer, fundamentalmente vinculado al ámbito doméstico, como encargada del mantenimiento del hogar, del cuidado de los niños, mayores y enfermos, en definitiva como garante del mantenimiento familiar. Hemos tratado el matrimonio como un contrato con obligaciones para ambas partes, como se concertaba, etc. Pero el contrapunto lo han puesto los nombres de algunas mujeres que pudieron desarrollar otras vidas, escribas, sabias, poetisas… cuya obra se encuetra incluso en las fuentes escritas, hechas por y para los hombres en una sociedad, como todas las de la época, marcadamente patriarcales.

Nuestra segunda parada nos ha llevado a hablar de vestuario y alimentación, aprovechando para ello las piezas de vajilla de cocina conservadas en el Museo. Los alimentos y la formas de cocinarlos nos han llevado también a hablar de los cuidados y la medicina, rama del saber en la que destacó al Andalus.

En tercer lugar nos hemos dedicado a la arquitectura en una doble vertiente. Por un lado hemos explicado como la vivienda islámica, la que se documentó por decenas en las intervenciones de Ronda Oeste, se planifica para salvaguardar la intimidad familiar (con escasos vanos al exterior, puertas de acceso no enfrentadas…), de forma que sólo los miembros de la familia y los íntimos tuvieran acceso al interior de la casa. Por otro lado hemos hecho mención a las mujeres, de la familia califal o cercanas, que fueron mecenas y subvencionaron la construcción de edificios públicos (mezquitas, cementerios…) tanto para demostrar su piedad, como para ayudar al buen nombre de sus hijos, de cara a posicionarse para puestos de poder.

Hemos terminado hablando del ritual funerario, pues el cuidado de las tumbas de la familia también recaía, fundamentalemnte, en la mujer. Hemos descrito todo el proceso, desde la muerte y enterramiento hasta los rituales posteriores. Hemos cerrado con una referencia a la onomástica islámica, con referencias a las diferentes partes de los nombres.

Solo queda ya agradecer a todos los participantes su implicación en la actividad, en ambas sesiones, que con sus preguntas e intervenciones han hecho mucho más participativo y ameno eñ desarrollo de la visita.

Más Artículos